Cuando estaba en el hospital, Short tardó 60 días en poder tocarse la nariz con la mano izquierda y un año entero para que sus brazos pudieran sostener algo, ya no hablemos de una cámara. En ese momento, su mejor amiga le regaló un iPhone 4 porque era más fácil de usar después de su lesión.
“Tardé alrededor de un año en tener la fuerza suficiente para poder sostener el iPhone”, recuerda Short. “Fue la primera cámara que empecé a usar [después del accidente] y ahora es la única que uso porque es bonita y ligera, pequeña y fácil de usar”.
Desde entonces, el proceso creativo de Short ha pasado a ser digitalmente simplificado y móvil. “Antes tenía mi cámara 4x5, mi cámara de formato medio y mi 35 mm, pero todo se complicó”, dice. “Ahora se trata más de la imagen y menos de la técnica y del equipo. Me ha ayudado a enfocarme más”.