Este año, la bondad adquirió nuevas formas. En Detroit, llegó en forma de 14,000 cubrebocas confeccionados con corbatas de moño y disfraces antiguos, gracias a los empleados de Apple Anthony Garrett-Leverett, Joe Cayao y sus amigos y colegas.
“Si se trataba de reutilizar materiales para ayudar a los demás, no había que pensarlo dos veces”, afirma Garrett-Leverett, quien es experto técnico en Apple Twelve Oaks, que ha perdido a varios amigos a causa del COVID-19 este año.
En marzo, Garrett-Leverett se enteró de que Cayao, su compañero de Apple, había comenzado a usar el material de su negocio de corbatas de moño con la idea de confeccionar cubrebocas para los más necesitados. Al mismo tiempo, Garrett-Leverett descubrió también que los empleados de una empresa de desfiles local tenían un exceso de tela de viejos disfraces que querían convertir en cubrebocas. Coordinó los esfuerzos de todos y el resultado fueron 14,000 cubrebocas que ayudó a distribuir a hospitales, a casas de reposo y a trabajadores que atienden al público en toda el área metropolitana de Detroit.
“Es gratificante haber podido contribuir al cuidado de los demás, porque esta pandemia ha sido muy dura para todos”, afirma Cayao. “Estábamos tratando de donar todo esto a cualquiera que necesitara protección, porque al final del día, todos estamos juntos en esta situación”.