Creemos que la tecnología logra su verdadero potencial cuando le infundimos la creatividad y el ingenio humanos. Desde nuestros primeros días, hemos desarrollado nuestros dispositivos, software y servicios para ayudar a los artistas, músicos, creadores y visionarios, a hacer lo que mejor saben hacer.
Hace 16 años, lanzamos iTunes Store con la idea de que debería existir un lugar confiable donde los usuarios pudieran descubrir y comprar música genial, y en donde todos los creadores fueran tratados de manera justa. El resultado revolucionó la industria de la música; y nuestro amor por la música, y la gente que la hace posible está profundamente arraigado en Apple.
Hace once años, el App Store llevó la misma pasión por la creatividad a las aplicaciones móviles. En el transcurso de una década, el App Store ha ayudado a crear muchos millones de empleos, ha generado más de 120 mil millones de dólares para los desarrolladores, y ha creado nuevas industrias a través de empresas que han iniciado y se han desarrollado completamente en el ecosistema del App Store.
En su núcleo, el App Store es una plataforma segura donde los usuarios pueden confiar en las apps que descubren y en las transacciones que realizan. Y los desarrolladores, desde los ingenieros que apenas comienzan hasta las grandes empresas, pueden estar tranquilos de que todos están jugando con el mismo conjunto de reglas.
Así es como debería ser. Queremos que más empresas de apps prosperen —incluidas aquellas que compiten con algunos aspectos de nuestro negocio, porque nos impulsan a ser mejores.
Lo que Spotify está pretendiendo es algo muy distinto. Después de usar el App Store por años para hacer crecer significativamente su negocio, Spotify busca mantener todos los beneficios del ecosistema del App Store —incluidos los ingresos sustanciales que obtienen de los clientes del App Store— sin hacer ninguna contribución a ese mercado. Al mismo tiempo, distribuyen la música que te gusta mientras hacen contribuciones cada vez más pequeñas a los artistas, músicos y compositores que la crean —incluso hasta el punto de llevar a juicio a estos creadores.
Spotify tiene todo el derecho a definir su propio modelo de negocio, pero sentimos una obligación de responder cuando Spotify encubre sus motivaciones financieras con una retórica engañosa sobre quiénes somos, lo que hemos desarrollado, y lo que hacemos para apoyar a desarrolladores, músicos, compositores y creadores independientes, de todos los tipos.
Por lo tanto, queremos abordar algunos puntos clave: