Ahora que 2018 está llegando a su fin, a Leason todavía le queda un mes para practicar surf y wakeboarding, antes de que él y el Centro Acuático se vayan de vacaciones. “Cuando estoy al extremo de una cuerda, detrás de un lancha como cualquier otra persona, se me olvida que soy invidente”, dice. “Y luego cuando llego a la playa y hay gente alrededor de Snickers, y les digo ‘Sí, ése es mi perro guía’, al tiempo que sostengo mi tabla de surf en una mano, y me preguntan ‘¿Eres invidente?’, ése es un sentimiento genial”.
“Los deportes acuáticos son terapéuticos, pero también pienso que tiene que ver más con mi identidad, la persona que soy, y la que he llegado a ser”, comenta.
De vuelta en tierra firme, Leason disfruta de una deliciosa comida mientras revive las olas del día. Está agotado pero todavía tiene programado un ejercicio de dos horas, más tarde, ese mismo día. Y con Snickers a su lado, no se detendrá. Hará una recaudación de fondos en su página de GoFundMe, planeará sus competencias y actividades para 2019. Seguirá viviendo bajo sus propios términos. “Soy independiente”, dice. “Esa es la mejor forma de describir el iPhone: independencia”.