“Realmente le ha servido para salir de su cueva”, dijo Derza. “Ahora, ella es una líder en mi club de tecnología. Dirige a un grupo de niñas que están trabajando en el diseño de una app para nuestra escuela. Pienso que formar parte de un equipo, lo cual es una parte importante del plan de estudios, le ha ayudado verdaderamente a tener confianza”.
En la escuela para personas con capacidades diferentes Kumagaya, que se encuentra en Saitama, Japón, el maestro de arte, Takahiro Uchida, usa iPads para ayudar a los alumnos a que se expresen. Prepara un lienzo gigante en el piso y luego sus alumnos usan iPads para mover robots empapados en pintura por toda la superficie. El resultado es un trabajo de arte abstracto de gran tamaño por el que todos se sienten orgullosos de haber contribuido a su creación. Reconoce que la tecnología ha habilitado a estos alumnos para expresarse en formas que el jamás había visto.
De vuelta en la primaria Wilder, en Idaho, el día de escuela está a punto de concluir. La señorita Bauer hace que sus alumnos limpien y guarden sus cosas antes de terminar la jornada. Pero aquí hay un paso extra que te recuerda que éste no es un salón de clases tradicional. Los niños ponen sus iPads en un carrito para recargarlas. Y luego, como si se rompiera una especie de hechizo, suena finalmente una campana y sus alumnos comienzan a salir por la puerta en silencio.