Desde la Gran Recesión de 2008, el número de personas atendidas cada mes por el banco de comida de Second Harvest de los condados de Santa Clara y San Mateo, que incluyen la mayor parte de Silicon Valley, ha aumentado un 47 por ciento, desde una media de 175.000 hasta 260.000. Solo en 2018, eso supuso casi 55 millones de comidas.
El voluntariado de Apple con Second Harvest empezó en 2000. El año pasado, sus empleados dedicaron casi 3.000 horas a clasificar y distribuir comida, lo que convierte al banco de comida en uno de los principales beneficiarios de los voluntarios de Apple en Estados Unidos.
“Lo más importante de esta colaboración es que tenemos voluntarios de Apple en los que podemos confiar”, explica Leslie Bacho, consejera delegada de Second Harvest. “Ese compromiso a largo plazo nos permite probar cosas nuevas e innovar, como los repartos de comida solidarios en las universidades. Es lo que me da la esperanza de que, si podemos solucionar el hambre en algún lugar del país, es aquí”.