Cuando la voz de Dierks Bentley empieza a sonar en la noche californiana, el público del Shoreline Amphitheatre de Mountain View se siente en la cima del mundo. No es solo una expresión: la última gira de Bentley, nominado 14 veces a los Grammy, se llama Mountain High. Y depende del Mac mini.
Apple presentó el Mac mini en 2005 como una versión más compacta y asequible de un ordenador de mesa, y su potencia y versatilidad lo han convertido en favorito de desarrolladores de todo el mundo para todas las etapas del proceso de creación de apps, desde las primeras pruebas hasta las simulaciones a escala. Y como tal, ha sido clave para diseñar, dar vida y perfeccionar algunas de las apps más populares del mundo.
“Candy Crush, Shopify, Day One… Muchas de las apps y juegos que te gustan dependen del Mac mini. Realmente es como la navaja suiza de los ordenadores”, afirma Brian Stucki de MacStadium, que gestiona casi 8.000 Mac mini en centros de datos compartidos para distintos desarrolladores, desde pequeñas startups hasta algunas de las empresas más importantes de la lista Fortune 500.
Pero la versatilidad del Mac mini va mucho más allá. Con él los comercios son más innovadores, los hospitales disponen de más herramientas y los parques temáticos son más emocionantes. No hay nada que este pequeño gran ordenador no pueda hacer.