“Se trata de una organización benéfica muy especial para mí”, asegura Porcel. “No se trata sólo de aprender a usar tu dispositivo. También se trata de un importantísimo aspecto social. La mayoría de estos adultos mayores están muy solos. Antes del COVID-19, había eventos semanales en persona, pero ahora nos comunicamos por teléfono y cuando alguien te dice: ‘Esta es la única llamada que voy a recibir hoy’, puedes entender lo mucho que significa para ellos”.
Desde 2015, el programa de donaciones de Apple en Cork ha apoyado a más de 400 organizaciones benéficas registradas en Irlanda. Por cada hora que un empleado de Cork se ofrece como voluntario, Apple iguala su tiempo con una donación monetaria a la misma organización benéfica. En lo que va del 2020, 43% de todos los empleados de Cork han participado en actividades de voluntariado, una cifra impactante.
Los empleados de Apple son voluntarios semanales en la escuela Terence MacSwiney de Cork desde hace cinco años, y ayudan a enseñar a los estudiantes programación, música, fotografía y video. Eso ha continuado durante la pandemia, con voluntarios que asesoran a los estudiantes a través de sesiones virtuales. La directora Phil O'Flynn ha sido testigo de lo que la asociación ha hecho por sus estudiantes y por Cork a lo largo del tiempo.
“Apple trajo mucha esperanza a toda la comunidad de Cork”, menciona O'Flynn, cuya escuela también celebra su 40 aniversario este año. “Y creo que esa cultura de la esperanza se ha mantenido a lo largo de las cuatro décadas que Apple ha estado aquí”.